El sueño alquimista de convertir el plomo en oro tiene hoy día su versión digital en los que quieren convertir un sitio web de baja calidad en una fuente de ingresos, pretendiendo incluso que sea sin trabajar! La fórmula mágica en este caso siempre fue una determinada estrategia de enlaces, pero una de las cuestiones fundamentales en SEO es ser consecuente con lo que puede esperarse de este tipo de estrategias, aunque estén perfectamente diseñadas.
Dicho sea de antemano, abogamos por los cambios estructurales en el sitio y una estrategia de contenido adecuada. Sin embargo, dado que el mundo del SEO se encuentra repleto de leyendas urbanas y conocimiento obsoleto, conviene puntualizar ciertos aspectos básicos de los que venimos escuchando habitualmente acerca del valor de los enlaces entrantes.
1. El número de links al sitio establece su posición.
En realidad depende de varios aspectos, como la calidad de dichos enlaces y los enlaces de los competidores. No se trata por tanto de un dato absoluto del que se suele hablar a la ligera.
2. Es posible alcanzar una posición en un tiempo dado.
De nuevo se pretende dar una información en términos absolutos, cuando en realidad depende de varios factores. Una estrategia de enlaces puede dar resultado en pocas semanas o tardar meses, considerando el sitio optimizado en el resto de factores. Quien se atreve a realizar estas afirmaciones simplemente no sabe de que habla.
3. Es posible garantizar la posición que se va a alcanzar.
Definitivamente, no se puede garantizar y es precisamente este es el argumento que delata a oportunistas que desean aprovecharse de la ignorancia en la materia. Sin conocer los algoritmos del buscador ni la actividad de la competencia es imposible de predecir.
4. Subir de posición en poco tiempo es arriesgado.
Este planteamiento tiene una premisa errónea: que se puede posicionar en poco tiempo. Ni siquiera con «riesgos» es posible conseguir hoy día ese objetivo y lo que sucederá es que finalmente no habremos conseguido ninguna posición precisamente por seguir la estrategia del riesgo, que será, indefectiblemente, equivocada.
5. Cuando mejoremos dejaremos de hacer SEO.
No es mala idea tomarse un descanso en esta vida. El problema es que, en SEO los competidores no tiene porque hacerlo. Obviamente, si se ha alcanzado una posición debe seguirse trabajando para mantenerla y apuntalarla desde diferentes ángulos.
6. Seguir a Google nos hace inmunes.
No es tan fácil. Salirse fuera de los lineamientos de Google es un riesgo que nunca aconsejaría, pero mantenerse dentro de ellos no garantiza la ausencia de problemas. En ocasiones un sitio puede ser penalizado por cualquier razón y el profesional debe estar ahí para defender el sitio o realizar las modificaciones oportunas.
7. Todos los enlaces gratuitos son buenos.
Incluso un enlace natural puede ser negativo si el sitio es penalizado. Por esa razón es importante saber quien y que habla de un determinado sitio, evaluarlo y tomar las acciones en caso de que el enlace no sea adecuado para los objetivos del sitio.
8. Podemos hacerlo sin una consultoría SEO.
Por supuesto que es posible, si se suman dentro de la empresa el conocimiento, la información y los recursos que maneja una consultoría SEO. Una gran empresa puede tener un departamento SEO con un equipo con experiencia, pero dudo que sea esa la situación de la inmensa mayoría de las empresas pequeñas o medianas que compiten en Google.
Estas son algunas de las ideas que se escuchan demasiado a menudo, pero no las únicas. Estoy seguro de que conoces muchas otras que te invito a compartir.
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