La compasión forma una parte esencial de la práctica del budismo. Es una emoción natural que se potencia y desarrolla con la práctica de la meditación. Aún siendo una práctica milenaria, hoy día tenemos evidencia científica de cómo podemos entrenar nuestro cerebro para sentir más compasión, tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás.
Para Saber hay que Comprender
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