Hace unos días tuve una conversación con una de mis hijas que, recién terminados sus estudios en Psicología y un Master en Criminología, se planteaba, entre sus posibles salidas laborales, montar su propia empresa. Esta idea me alegró por varios motivos, fundamentalmente saber de su espíritu emprendedor y que tal vez fuese esta la solución más factible hoy día. Al tratarse de un proyecto personal fundamentado en su conocimiento y experiencia, una de las claves fundamentales para su éxito será lo que ella transmita, es decir, lo que ha dado en llamarse su marca personal.
Hasta ahora los jóvenes al terminar sus estudios pensaban en ser contratados por una empresa prácticamente como única opción laboral. Muy pocos se planteaban el autoempleo como primera opción. Sin embargo, la famosa crisis ha convertido esta solución en una fórmula inteligente para adaptarse a la nueva situación. Para mi hija y para todos ellos, no está de más recordar las reglas básicas para crear la marca personal de la que dependerán sus logros en gran medida.
Estas son las claves fundamentales para crear la marca personal:
- Graba esto a fuego: «Yo soy el único responsable de mi vida«.
- Tu vida es única, tu marca personal es única. No copies, se original.
- Responde con claridad a esta pregunta: «¿Qué quiero ser?«.
- No basta con saberlo, no basta con quererlo, es necesario actuar.
- Di siempre la verdad. Esfuérzate en ser auténtico.
- Haz cada día esta pregunta:»¿Estoy haciendo lo mejor que puedo aquí y ahora?«
- Cultiva la excelencia y la perfección en todo lo que hagas. Tu marca personal es una referencia de la excelencia.
- Hazte un experto y referente en tu materia. Tu marca va unida al área a la que te dedicas.
- Cultiva las relaciones sociales y la empatía con quien te relacionas.
- No compitas con los demás, si no contigo mismo. Mejora tu marca, sin obsesionarte por ser mejor que los demás.
- Elimina la dualidad ocio/trabajo. Tu vida es una e indivisible. Tu marca es única.
- Mejora tu capital personal. Es el potencial de tu marca.
- Acepta o crea nuevos desafíos que te hagan salir de tu zona de comodidad.
- Mantén un aprendizaje y mejora continuos.
- Envía siempre un mensaje claro y directo acerca de tus objetivos, sin ambigüedades.
- Céntrate en una actividad, diversifica pero dentro del mismo área, usando la sinergía entre tus diferentes actividades.
- Cuida tu imagen física o envoltorio: debes tener un aspecto agradable.
- Revisa tus valores: eres algo más que un envoltorio.
- Cuida tu personalidad: el entusiasmo excesivo puede ser agresividad; la calma en exceso puede verse como pasividad.
- Diviértete y disfruta con lo que haces. Esto es fundamental.
- Piensa y actúa como empresario: tu marca personal representa a tu empresa.
- No hace falta que lo hagas todo: ¡subcontratar es más sano! Pero tienes que tener una idea suficientemente buena de cada parte del negocio.
- La educación financiera es fundamental, no la descuides.
- No abandones ni por un instante tus proyectos, necesitan energía para crecer, sobre todo al principio.
- Haz una cosa a la vez y elimina lo superfluo. La concentración es la clave.
- Cuida a tus clientes y a tus colaboradores y en general a las personas.
- Se optimista, pero no patológico. Ser optimista no quiere decir negar la realidad.
- Debes esta dispuesto a rectificar todo aquello que no funcione. Renovarse o morir.
- Rodéese de persnas fuera de lo común. Busque siempre el talento.
- Piensa cada día como algo nuevo. Olvida el ayer. Céntrate en el hoy. Proyéctate hacia el mañana.
Estos puntos bien valdrían como guías de vida, que no es otra cosa que un proceso de mejora continua. Lo interesante es que todo dentro de nuestra actividad vital tiene un efecto en nuestra marca personal, de modo que se convierte en un proceso de mejora personal.
Espero que los jóvenes como mi hija no sólo encuentren satisfacción en su labor profesional, si no que esta se integre completamente en su vida personal y ambas se enriquezcan en ambos sentidos.
La vida es una, aprovéchala y vive el momento.